Las Passive Houses son viviendas diseñadas para lograr el máximo confort con el mínimo consumo energético.
Desde la concepción arquitectónica se tienen en cuenta aspectos clave como:
Orientación y localización óptima de la vivienda
Diseño inteligente de los espacios interiores
Circulación natural del aire
Uso de superficies acristaladas estratégicas
Empleo de materiales de alta calidad y alta eficiencia
Todo ello garantiza un aislamiento térmico superior y permite conseguir ahorros energéticos significativos a lo largo de toda la vida útil del edificio.
Existen unos PRINCIPIOS fundamentales para definir y considerar una casa como Passive Houses. Dentro de ellos podemos detallar:
Diseño bioclimático: Un correcto diseño de partida antes de realizar una obra nueva, o un estudio detallado de las opciones disponibles (en una rehabilitación) teniendo en cuenta factores como orientación, protección solar, compacidad, etc.
Aislamiento térmico: Utilización de espesores con mayor aislamiento térmico que los indicados por la normativa, dado que protegen mejor del calor y del
frío. Así conseguimos reducir al mínimo la necesidad de energía en invierno y protegemos del calor y de la humedad en invierno.
Ausencia de puentes térmicos: Un diseño pensado y bien aplicado que garantice la continuidad del aislamiento en todos los puntos de la envolvente del
edificio. Evitando así los puentes térmicos o puntos débiles por donde se pudiera fugar la energía. Además, también es fundamental tener en cuenta aquellos puntos en los que se rompe la superficie
aislante, por ejemplo, por un clavo de mala calidad o el marco de una ventana de aluminio. La mala calidad de los herrajes o ventanas favorecen los puentes térmicos y por consiguiente el escape de
calor en un edificio o casa.
Hermeticidad: Es fundamental que la envolvente térmica esté limitada y controlada. Los ensayos de climatización se realizan para garantizar que no haya
filtraciones de aire no deseadas entre el interior y el exterior. De esta forma se evita la fuga de gran cantidad de energía de la climatización. Además, se eliminan las corrientes interiores de aire
y la propagación de ruido en el habitáculo desde el exterior al interior.
Ventanas de altas prestaciones: Una parte importantísima de la energía que usamos para calentar una vivienda se fuga por las ventanas. Las puertas y
ventanas deben ser de altas prestaciones, empleando habitualmente vidrios de triple densidad, con gases bajo-emisivos en sus cámaras, así como marcos y perfiles aislantes. Las casas pasivas estudian
al máximo como están orientados los vanos de la casa para poder aprovechar al máximo la posición del sol en cada momento.. Es importante colocarlas adecuadamente para que el sol pueda calentarlas en
invierno y garanticen un adecuado control del calor en verano.
Ventilación mecánica con recuperación del calor: La ventilación mecánica es el pulmón de los edificios pasivos. Es la responsable de ventilar de manera
continua y equilibrada el interior de los edificios sin perder la energía (temperatura) de estos. En el intercambio de aire que se produce con el exterior, además de recuperar la energía del
interior, se produce el filtrado de las impurezas y bacterias presentes en el aire interior y en el exterior. De esta forma la calidad del aire que se respira es altamente superior a la de una casa
tradicional.
|  |  |